martes, 27 de febrero de 2007

De Trent Reznor a Johnny Cash: I hurt myself today…

Si hay una canción desoladora para mí, esta es sin duda Hurt de Nine Inch Nails. Punto final del demoledor Downward espiral, toda la rabia que éste concentra encuentra una conclusión reflexiva e intimista en los poco mas de 4 minutos que dura este tema (distorsiones a parte). Hito en la historia del grupo, se puede afirmar sin miedo al ridículo que estamos ante una de las grandes canciones de la década pasada y podemos asegurar también que nunca un tema tan doloroso resultó tan cautivador. Estructura incremental, salimos de unos simples arpegios y una voz pausada para llegar a un grito diluido en un tremendo gruñido de guitarra. Por el camino, un ritmo pausado y firme hace que la percusión solo haga acto de presencia en las dos veces que se alcanza el estribillo. Y envuelto en este manto sonoro extremadamente melodioso encontramos una letra dura como pocas: El dolor como respuesta, la autenticidad del dolor, arrepentimiento tardío.

“¿En qué me he convertido?, mi dulce amiga
Todos los que conozco se van al final
Y tú podrías tener mi imperio de suciedad
Te decepcionaré, te haré daño.”

El caso es que el poder de esta canción no se ha quedado solo en su interpretación original y ahí es donde entra la figura de Johnny Cash que decidió interpretarla
en el cuarto volumen de sus American Recordings, llegando incluso a comentar que se sentía tan identificado con el tema que el mismo podía haberlo escrito en sus años mas terribles. Interpretación soberbia, son muchos los que opinan que supera incluso al original y no seré yo quién les lleve la contraria. El hecho de pertenecer al último LP editado en vida por MR. Cash le concede una atracción especial y de nuevo podemos asegurar que nos encontramos ante uno de los grandes temas de la década en la que surge. Este cuarto volumen de la colaboración entre el afamado productor Rick Rubin y Cash es conocido como "The Man Comes Around" e incluye otra maravillosa serie de canciones, en la que se intuye, mas que nada debido al tono quejumbroso y oscuro de la obra, a un Johnny Cash dando los últimos alientos de su vida.



El clip rodado para la ocasión, en el que se alternan imágenes de un Johnny Cash muy desmejorado con momentos de su juventud o de su muy amada esposa June Carter Cash, alcanza sin duda el grado de emocionante.

Dos grandes artistas unidos por una canción, esperemos que la carrera de Trent llegue a ser recordada algún día como lo es hoy la de Johnny Cash.

Letra de Hurt (en castellano sudamericano):

jueves, 22 de febrero de 2007

Screaming Trees - Unreleased Album

Paul Auster es el escritor americano que este año gano el premio Príncipe de Asturias. Como muchos buenos artistas tiene un mundo particular y entre las obsesiones que de este podemos percibir a través de sus obras esta la fascinación por el arte inacabado o el arte perdido.

En esto de la música podemos encontrar bastantes casos de esta situación y sirvan como ejemplo los aproximadamente 30 años que el disco “Smile”, obra
que Brian Wilson quería como sucesora del muy reputado “Pet Sounds” para los Beach Boys, pasó en el ostracismo o en menor medida los dos discos perdidos “Tall” y “Band” que recientemente han sido recopilados en “The Lost Crowes” de los Black Crowes.

Bien, pues el disco del que quería hablar se encuentra entre esa serie de discos olvidados o apartados por las circunstancias de la vida. El grupo, Screaming Trees, el disco… pues no se que nombre iba a tener, aunque en la red lo podéis encontrar bajo el muy original titulo de “Unreleased Album”.

Todos tenemos fresca en la memoria la figura de Kurt Cobain, cantante y compositor en Nirvana. Su repentino éxito haya por 1992 hace que un puñado de grupos de la ciudad de Seattle salgan a la palestra (A.I.C., Soundgarden, Pearl Jam) y conquisten el mundo. Sin embargo hubo otras formaciones en aquella época en la ciudad, algunas de ellas bandas de culto, una de ellas los Screaming Trees.

Las canciones que se encuentran en este “Unreleased Album” son el fruto de unas sesiones que tuvieron lugar allá por la primavera de 1994. Después de 6 discos a sus espaldas y con el portentoso precedente que supuso Sweet Oblivion se
dispusieron a encerrarse juntos en el estudio para lo que debía ser su obra definitiva. Era el momento, era el lugar y claro, todo se fue al traste. A duras penas consiguieron registrar 8 o 9 canciones (depende de las fuentes que consultes). Falta de comunicación entre los miembros, drogas y lo que pareció ser la puntilla definitiva, la muerte del colega Kurt. El grupo no podía mas, agotados, sin alma, sin inspiración, sin aspiraciones… Se dan por concluidas las sesiones, las canciones nunca son puestas en el mercado y a los dos años, tras el necesario periodo de descanso el grupo publica “Dust”, una obra de belleza irreal, con una producción prácticamente irreal a cargo de George Drakoulias, con auténticos hits que crecen tras cada escucha, pero que llegaba demasiado tarde: momento pasado, repercusión prácticamente nula, el grupo termina por separase.

La música producida en estas sesiones se encuentra en un estado totalmente pulido y producido (nada de sonido demo) y supone un punto medio entre el estilo mas garaje de los primeros discos del grupo y ese lirismo cuasi religioso de su última obra. CrawlSpace, es un magnifico
medio tiempo con una guitarra repitiendo una y otra vez la misma estructura a lo largo de toda las estrofa, para llevarnos a un emocionante cambio de ritmo, con la voz de Lanegan alcanzando una seguridad y profundidad que hasta este momento no se le percibía. Anita Grey es la canción más garajera y por lo tanto, la que más nos remite a tiempos pasados. Se presenta en dos tomas distintas, una más dura, la otra más lírica. Estribillo poderosamente adictivo quizás esta es la canción que les pudo hacer famosos. Revelator sin duda alguna es lo más cercano a "Dust" que salió de aquellas sesiones, con un estribillo en el que la voz principal es envuelta con unos coros perfectos, en todo momento se percibe un emocionante increscendo que acaba con la guitarra rugiente de Gary Lee Conner.
 
Hacer hipótesis sobre si la salida al mercado de este disco podía haber traído como consecuencia el éxito del grupo no parece ser un debate precisamente noble o demasiado relevante (no para aquellos a los que solo nos importa la música), pero recordar y contribuir a que estas grandes canciones perdidas en el tiempo no caigan en el olvido no esta de más, tratándose como se trata de una de las mas importantes formaciones que surgieron en esa maravillosa decada para la música que fueron los 90. Y además tiene su morbo acercarse a algo tan especial, no?

sábado, 17 de febrero de 2007

Woven Hand : Consider the birds - Mosaic

En la contraportada del álbum “Consider the birds” hay una cara. Una cara que asoma desde la oscuridad y a la que algo en las alturas parece inquietarla. Ceño fruncido, duda quizás. Señoras y señores, acaban ustedes de conocer a mister David Eugene Edwards.

Año 1992, tras el paso por diversas formaciones a caballo entre Los Angeles y la definitiva Denver, nuestro protagonista junto con Pascal Humbert fundan la tremenda banda 16 horsepower a los que posteriormente se les incorporará Jean-Yves Tolà y Jeffrey-Paul Norlander (viejo compañero de David en bandas embrionarias). Comienza así el camino de una banda desde la que se pretende aunar el gusto por la tradicionalidad sureña con la parafernalia gótica.

Año 1996, tras unas cuantas idas y venidas, el grupo se termina por consolidar y se pone en el mercado su primera referencia “Sackcloth 'N' Ashes”. Gracias al single “Black soul choir” parecen alcanzar una cierta notoriedad.

Tras mas de 10 años mostrando sus particular fusión deudora tanto de Jonhy Cash y Dylan como de Ian Curtis, el combo termina por separase en el año 2005. Por el camino, han quedado una serie de trabajos (“Low Estate”, “Secret South”, el directo “Hoarse” y ese pequeña obra maestra que es “Folklore”) en los que el lado tradicionalista acabo por tomar una mayor importancia en la música.

Poco antes de la disolución de los 16 horsepower, Eugene empieza a necesitar un nuevo vehículo en el que reflejar sus ideas, y es ahí cuando nace Woven Hand, con la filosofía típica de proyecto paralelo.

El punto de partida era bastante similar al de la banda madre, decantándose en esta ocasión quizás por unas instrumentaciones un tanto mas luminosas, en las que destacan las incursiones de unos gélidos pianos que dan un carácter mas hipnótico a la música.

Los dos trabajos aquí destacados son, bajo mi punto de vista, dos de los grandes trabajos de esta década; música para escuchar a oscuras, tranquilamente. Aullidos indios, montañas al atardecer, pianos desde el mas allá, religiosidad solemne (David tiene un abuelo predicador al que solía acompañar de pequeño), agua fría fluyendo por la aun mas fría roca, musgo.

Para mí, el nivel de ambos trabajos es bastante similar, aunque he de reconocer mi especial predilección por “Consider The Birds”, donde el nudo central trazado por los temas “Chest of Drawers” y “Oil On Panel” puede llegar a emocionar con esa fuerza solemne de la que tanto gusta nuestro amigo Eugene.

Con una producción un tanto más homogénea, “Mosaic” incide en la línea trazada por su predecesor y temazos oscuros de la talla de “Dirty Blue” o “Deerskin Doll” se alternan con piezas un tanto más luminosas del estilo de la instrumental “Bible And Bird”.

Recomendaría la lectura de la crónica de un concierto de estos Woven Hand en el Festival de Paredes de Coura, donde por causas que no recuerdo el grupo se vio beneficiado por un cambio de horarios y acabo tocando en el escenario principal, al atardecer de lo que parece un día oscuro. Música desconocida por el redactor, acaba totalmente entregado a la propuesta, de lo que a él le parece percibir como “american gothic metal”.

Lineas tangenciales, lineas paralelas: Sin perdón”, “La noche del cazador”.