Durante los últimos meses mucho se ha estado hablando acerca del vigésimo aniversario de la edición del Nevermind de Nirvana. Como no podía ser de otra forma, me he dejado llevar por esta corriente de culto a la figura a Kurt Cobain, volviendo a escuchar los maravillosos discos que nos dejó, leyendo cualquier cosa que cae en mis manos o incluso viendo películas, documentales o videos de conciertos.
Tratar de poner algo de luz al misterio y la tragedia de Kurt siempre me resulta un ejercicio fascinante, sobre todo teniendo en cuenta lo que significó en su momento esta música para mí. Pero aunque a estas alturas ya nadie duda de la talla del artista, no deja de ser menos cierto que resulta difícil entender como una persona que llego a brillar de tal manera se viese imbuido en una espiral de miseria que le impulsó a acabar con su vida.
Existen diversas fases en la vida del Cobain famoso. Para empezar, las fases de grabación, salida al mercado y posterior éxito del disco Nevermind eran recordadas por Kurt como algunos de los periodos más felices de su vida. No es difícil imaginar la alegría que debe suponer una experiencia de este tipo para una banda de rock. En el número que la revista Mojo dedicó a la banda se analizó dicho periodo.
Resulta especialmente interesante como se recupera una entrevista que se hace a la banda en Agosto de 1991 durante la gira europea como teloneros de Sonic Youth, cuando todavía faltaba un mes para que Nevermind viese la luz.
Esta entrevista se realiza escasos días antes de la mítica primera actuación en el Festival de Reading, en la que ocuparon un lugar discreto dentro del cartel. Un año más tarde, después del éxito tan absoluto que supuso el lanzamiento del mítico disco y tras un año de promoción continua, mientras en España vivíamos con alborozo los fastos olímpicos de Barcelona, Nirvana iban a volver a las pistas de Reading, pero ya como fenómeno absoluto y liderando el festival.
Dicha actuación, que muestra a una banda llena de intensidad aunque quizás un tanto hierática, ha sido editada hace unos años y el visionado de la misma resulta del todo recomendable, Cobain aún parecía poder disfrutar sobre el escenario. No obstante, estos eran días complicados en el plano personal, con todo el escandalo que había surgido en torno al nacimiento de su hija en la prensa sensacionalista.
Otra lectura interesante la podemos encontrar en el libro “Nirvana and the Sound of Seattle”, que explica el desarrollo de la escena musical de Seattle y hace especial hincapié en los aspectos relacionados con la carrera de Nirvana, justo hasta finales del año 1992.
En esta época los escándalos comenzaron a agobiar sobremanera al músico y a su esposa Courtney Love. Seguramente con la idea de tratar de limpiar un poco la maltrecha imagen de la que gozaba la pareja, Kurt concedió una serie de entrevistas a medios afines.
Dentro de esta serie de entrevistas podemos encontrar una serie de conversaciones que tuvieron lugar entre finales de año 1992 y poco antes de entrar en el estudio para grabar “In utero” en 1993 con el periodista Michael Azerrad. Este material ha sido utilizado en el documental “About a Son”, en el cual se montan las palabras del propio Cobain sobre imágenes de lugares que resultaron importantes en la vida del artista, de un modo interesante y ameno.
“In Utero” supuso el intento por parte de la banda de recuperar cierta credibilidad dentro de los círculos mas radicales del Punk. Con una producción mucho mas áspera, estamos ante una nueva obra maestra, que no obstante tuvo menores ventas que su predecesor. El libro “Nirvana y los últimos días de Kurt Cobain” explica las diversas polémicas que la banda tuvo con su discográfica a la hora de editar el disco en cuestión, y trata de relatar los últimos meses de la vida de Kurt, incidiendo en aspectos, que no por escabrosos (sobredosis, intentos de suicidio,… ) dejan de ser interesantes.
Precisamente sobre los últimos días de la vida de Cobain trato de teorizar Gus Van Sant en su película “Last Days”. Aunque en ningún momento se habla de la banda, toda la iconografía del protagonista nos retrotrae al cantante de Nirvana.
Como en el resto de películas de la denominada “trilogía de la muerte”, Van Sant imprime un ritmo pausado al film, con escenas que se repiten múltiples veces desde diversos ángulos y con el uso profuso de recursos como el “plano-nuca” y demás manierismos con los que se busca dotar al film de un mayor realismo y que al menos a mí, me resultan atrayentes.
Por último, entre mis lecturas de Nirvana en este último año también se encuentra el libro “Cobain íntimo”. Charles R. Cross saca a la luz en este libro un montonazo de material visual que recopiló durante las entrevistas y la preparación de la biografía de Kurt “Heavier than heaven”.
En contraposición a aquella, en este libro trata de mostrar la cara mas íntima y desconocida del artista, dejando un poco de lado la música y centrándose en aspectos desconocidos de su biografía mas personal.
Aunque no deja de ser cierto que lo mejor de Kurt siempre lo encontraremos en su música, con todas estas referencias podemos acercarnos a la personalidad y el aura de Cobain, un viaje del todo atrayente.