“Mammal very simply relates to death, my death, the death of those important to me, and whether or not it bares any significance.”
Por más que lo haya intentado, nunca he sido capaz de darle forma y color a la muerte. Pocas cosas me parecen más extrañas que un funeral en un día soleado: El fin de todas las cosas sólo puede ser enteramente negro. “Mammal” es un disco sobre la muerte.De la importante ciudad portuaria de Cork, Irlanda, surgen Altar of Plagues haya por 2006. Tras varios años de arduo trabajo, su mezcla de Post y Black Metal consigue hacerse un nombre en la escena metalera europea más underground y oscura. Sin embargo, cuando la banda saca a la luz su segundo larga duración, “Mammal”, pocos son los que están preparados para semejante demostración de oscuro poderío.
Parece ser que han sido constantes los cambios en la formación, resultando esencial la figura de James Kelly, guitarrista, vocalista y principal compositor de la banda, que ejerciendo de auténtico líder espiritual. De la misma forma que otros tantos protagonistas de la escena blacker, James es una persona de fuertes convicciones ecológicas (cinco años de estudios de ciencias ambientales en la universidad) y vive en la Irlanda rural, en donde se alimenta con vegetales de su propia cosecha y obtiene electricidad por medios naturales (viento, sol…).
Puede parecer raro imaginarse a James es una tranquila cabaña en medio de la campiña irlandesa, alternando sus tareas en el huerto con el ensayo y la composición de sus furiosos temas. Sin embargo, atendiendo a los orígenes y a toda la querencia por lo natural y lo pagano que siempre ha rodeado al género, quizás la imagen no resulte tan extravagante. Qué diablos, de hecho si lo piensas tiene todo el sentido del mundo.
Cuatro largos temas conforman “Mammal”. Cuatro largos temas que te trasportan hasta la más espesa oscuridad y conforman un viaje tenebroso pero de muchísima enjundia. Todo arranca con el tumultuoso “Nepturn Is Dead” y sus continuas idas y venidas. El más brutal de los temas resulta ser toda una demostración de rabia que te impregna y somete con sus 18 extasíantes minutos. A continuación, una especie de arpegio invocador de la muerte inicia “Feather & Bone”, el mejor tema del disco y una cátedra absoluta de lo que es el post-black. Ecos de los mejores Isis, enlazados con pasajes de doble bombo y voces agónicas. Delicioso.
Una vez la muerte cercena la existencia, sólo los vivos necesitan consuelo. “When The Sun Drowns In The Ocean” presenta una especie de sampler de cánticos funerarios irlandeses acoplados entre ritmos pesados y riffs industriales. “The title of the track is a reference to the ancient Irish belief that the the setting of the sun is symbolic of our transition from this world into the next. It was believed that the sun entered another world via the ocean. The rise of the sun was seen as birth and the renewal of an eternal cycle”. Por su parte, “All Life Converges To Some Centre” presenta una tétrica melodía que se propaga continuamente, hasta llegar a una especie de descenso post-rock que culmina con un seco golpe en los bombos.Los fríos días de invierno y sus incesantes lluvias están quedando atrás. El ciclo de la vida continua y el Dios Sol, con su blanquecina y sofocante presencia pretende hacernos olvidar los gélidos y oscuros tiempos pretéritos. Muchas han sido las ocasiones en las que me he perdido en este disco, desconectando la mente y cerrando los ojos a la rutina, para, pasado un tiempo, despertarme desconcertado de mis ensoñaciones, ¿dónde estoy? ¿por qué está todo tan negro?
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