jueves, 3 de mayo de 2012

Hogjaw - Gijón - 29 de Abril 2012 (Domingo)

Estos tiempos de masificación y globalización de la oferta musical es lo que tienen: una pequeña banda de rednecks sureños salidos de la misma Arizona puede llegar a convertirse en una de tus bandas favoritas. No solo eso, en la coyuntura que nos movemos (se acabó el tiempo de los grandes dinosaurios, internet ha sido más nociva en este aspecto que el mismo punk), estas pequeñas bandas se ven obligadas a trabajar concienzudamente para poder subsistir, teniendo que sacar discos y girar constantemente. Es por ello que con un poco de suerte, esa pequeña banda que tanto te gusta acabe tocando en un pequeño club en tu ciudad, sin hacer falta que vivas en una megaurbe.

Hogjaw - Gijón - 29 de Abril 2012

He de admitir que no soy el mayor aficionado de la música sureña que habita este mundo. Obviamente, como loco de la música, conozco y disfruto el legado de unosElvis DD - Hogjaw - Gijón Allman Brothers, unos Lynyrd Skynyrd ó los noventeros Black Crowes. Además, en estos últimos años me he dejado empapar por esa nueva hornada de revisionistas del genero (Blackberry Smoke, Zach Williams and The Reformation, …) entre los que sin duda se encuentran estos Hogjaw. Sin embargo, mis principales gustos musicales se mueven más por otros derroteros, por decirlo finamente.

Es por ello que me resulta difícil explicar cómo un disco tan típicamente southern como “Ironwood” ha llegado a convertirse en todo un top en mi colección. Muchas horas de escucha. Desde el día en que me enteré de que mis adorados Hogjaw iban a aterrizar en tierras gijonesas, un nerviosismo y una ilusión especial me invadieron.

Finalmente, llegó el día del concierto. Al poco de entrar en el Monkey Club, avisté a Joanboat Jones (cantante) junto a Elvis DD (bajista) en la barra del local. Ambos me resultaron ciertamente pintorescos, de gigantesca y amenazante envergadura en el primero de los casos y con pinta de pendenciero Hell Angel en el segundo. Todos conocemos los tópicos sureños: Alcohol, armas, xenofobia y… más alcohol (preferiblemente whisky) Estos cuatro caballeros del Sur parecían irradiar ebrio peligro. Para mi sorpresa, no hizo fKreg Self - Hogjaw - Monkey Clubalta que pasase más de un minuto de actuación para que esta percepción cambiase por completo.

Como un trueno (“Rollin Thunder”) arrancó el concierto. Un sonido impecable y contundente inundó la sala, la maestría de cada componente se hizo patente desde el primer momento. Maestría y sentimiento. Para empezar, la voz de Joanboat es impresionante, profunda e incansable. Cierto es que su envergadura le impide grandes alardes físicos, pero la ilusión y seguridad con la que aborda cada estrofa torno mi primera percepción de peligroso zampa-nuggets en la de un gigante bonachón amante de la música. Su vestimenta (¿de que talla sería esa camiseta?) junto con ese tick de colocarse continuamente las gafas no hizo más que refrendar esta idea.

Cada componente rayó a un nivel más que sobresaliente y tuvo su momento de lucimiento particular. Tras la batería pudimos contemplar la pericia de Kwall, que dejó a todo el mundo boquiabierto con su interpretación a las voces de “Road of Fools”, uno de los  mejores temas del último disco de la banda (mejor esto que un pesado solo de batería). Por su parte, Kreg Self demostró ser todo un hacha a la guitarra y sus solos fueron una continua demostración de savoir-faire. Por último, Elvis DD, todo un personaje entregado a la causa desprendiendo pasión por los cuatro costados.

Joanboat Jones - Hogjaw - Gijón

Creo que el concierto duró algo así como un par de horas, durante las cuales la banda se centró principalmente en recuperar temas de su álbum debut y en presentar su reciente “Look to the Sky” (me hice con ambos discos al acabar el concierto). Podéis ver lo que he podido indagar y recordar del setlist en… setlistfm. Obviamente dejar de lado “Ironwood” no me hizo precisamente gracia, pero al menos, tuve al oportunidad de escuchar mis temas preferidos del resto de discos: “Road of Fools”, “Look to the Sky” y “The Fog”. Tras un par de horas de concierto y experimentar un repentino incremento en el volumen de la sala que me hizo recular miserablemente, creo que el tradicional efecto sauna de la sala desfondó al pobre Jimboat, el cual con unos cuantos kilos menos y haciendo gestos de dolor de garganta, decidió dar por finalizada la velada.

El zumbido de mis oídos tardó unas cuantas horas en desaparecer. Sin embargo, el gran recuerdo que esta banda ha dejado va a tardar más en desvanecerse.

3 comentarios:

J.M.B. dijo...

En Bilbao se salieron! Son unas maquinas, grandísimo grupo y grandísimas personas.

Saludos

KARLAM dijo...

Ya viste que yo estaba en primera línea y no me quejo del sonido. Quiero decir, para mi sonó alto (como debe ser) aunque no excesivo. Tendrías que haber estado en Jucifer, eso sí que fue demencial. Si saco tiempo algo escribiré...
Lo que si me fijé es en el aire "acondicionado" de la sala. Apenas se notó y me hizo recordar viejos tiempos por momentos. Una pena detalles como este.

Saludos.

closer dijo...

J.M.B.

Me alegro de que en Bilbao también dejasen muy buena impresión. Esperemos que vuelvan ;)

KARLAM

Yo estaba justo frente a los amplis y si que me dolió a partir de un momento determinado. De todas formas, tampoco fue nada mortal. Eso si, creo que me voy a comprar unos tapones para conciertos, para evitar problemas.