lunes, 23 de diciembre de 2013

Darkside - Live in the Boiler Room

En la penumbra de la ciudad que nunca duerme se presentan Darkside, o lo que es lo mismo, el último chico maravilla Nicolas Jaar y su compañero de correrías Dave Harrington, en la azotea del club Boiler Room.

Una música misteriosa comienza a brotar de entre los rojizos rayos de luz: Ritmo de alma/autómata, punteos robados a la mente cristalina de Gilmour, el futuro prometido por Tangerine Dream, bucles progresivos para desgastar definitivamente la silenciosa luz.

En los escasos 36 minutos que dura esta actuación asistimos a la penúltima rendición del día mientras disfrutamos de una extasiante perspectiva de la cuna de la civilización postmoderna, acompañados por ordenadores Apple, samplers de Twin Peaks y versiones remix de las oscuras melodías de Black Sabbath.

El alma de nuestros días.

sábado, 22 de junio de 2013

R.I.P. James Gandolfini

“I have lost a brother and a best friend. The world has lost one of the greatest actors of all time”. Las palabras de Stevie Van Zandt me preocuparon levemente, hasta que empecé a lanzar hipótesis y me temí lo peor. James Gandolfini.

Tony Soprano

Aprensión entre titulares y fotos ya sin significado. Inmediatamente después de cerciorarme de la triste noticia, la vida empezó a sucedérseme ante los ojos. Pero no mi vida, ni siquiera la vida de Gandolfini. Aquella no era la vida de nadie… era, simplemente, Tony Soprano. Una marabunta de recuerdos, de canciones tristes, de borracheras, brutalidad, amor sin límites.

Cosas de la cultura popular supongo, los iconos pueden alcanzar estatura inmensa. Y producir influencia. Porque sí, aunque no soy un mafioso ni puedo aspirar a ciertas cosas, soy capaz de entender el peso de una familia, las miradas cómplices con la persona que quieres, la desazón de tener que lanzar a alguien importante por la borda de la vida, el absurdo de hacer frente a la propia mortalidad… ser capaz de la dulzura y la voracidad, mentir (incluso a uno mismo), aborrecer lo “legal” (aunque no hagamos de ello un modo de vida), heredar la tierra y finalmente, disfrutar de todo ello… comer, beber, follar... ya sabéis.

Con el paso de las horas el golpe seco ha tornado en dolor mudo. Mañana nada quedará. Demasiado alto, demasiado pronto. Tony Soprano no podía llegar muy lejos.

Descanse en Paz, James Gandolfini.

lunes, 1 de abril de 2013

Tom Waits I: Closing Time

Noche de viernes. Cansancio. Picor de ojos, falta de sueño, cabeza abotargada. Demasiado curro, demasiado deporte, demasiada rutina. Ya está, una semana más, otra semana menos. Un viernes siempre es una dulce victoria.

Tom Waits - Closing Time

Con los años, las noches de vitalidad desbordante han dado paso al reposo y todo el cansancio acumulado, por lo normal, me tumba frente a la luz silenciosa del televisor, o me deja postrado junto a mi compañera en nuestra cama. La vida decelera.

Y sin embargo, a todo el mundo le pasa, A young Tom Waitshay ocasiones en las que la tensión semanal se acumula y produce una reverberación interior que hasta impide descansar.

En esas extrañas ocasiones yo lo tengo claro: intento sentarme tranquilo frente a una ventana, cojo unas cuantas cervezas frías y me dejo empapar por la música. Precisamente fue en una de esas noches, en las que encontré la magia de “Closing Time”.

La noche es, sin duda, el hábitat natural de este disco de corazones rotos, coches viejos, jazz destemplado y camareros poco amables. La noche, como refugio de chistes malos de barra de bar y de humo de tabaco, como respuesta a la vida en el alambre de los músicos perdidos que no necesitan otra cosa que un piano en el fondo de un bar para encontrar un hogar.

Tom Waits - 1973 - Silverlake Lowside

Paladeando estas “nanas de medianoche” encontraremos los maravilloso arpegios acústicos de “I Hope That I Don't Fall in Love With You”, el saxo etéreo que invita a soñar en “Midnight Lullaby”, la resacosa marea desatada por el golpe del contrabajo de “Virginia Avenue”, el más dulces de los pianos en  “Martha”, la marcha be-bop rhythm'n'blues de “Ice Cream Man” ó la armoniosa coda instrumental “Closing Time”.

Artista inadaptado, el futuro depararía vertiginosas fantasías y abundantes obras maestras, pero eso lo sabemos ahora. Desde esta perspectiva, resulta curioso imaginar a un atribulado Tom Waits de 24 años, en fase formativa, desfilando y tomando apuntes por las calles más perdidas de la gran ciudad, en busca de inspiración. Su debut, este manifiesto noir, se muestra sensible y vacilante, cargado de influencias (la poesía beat, Dylan, Bukowsky,…) que aún deberán madurar para acabar de formar al discurso propio. Pero ah!, bendita inocencia, todavía es todo un placer dejarse perder en este mundo nocturno en el que Tom, que tan pronto aprendió a esconderse detrás de sus personajes, se muestra más sinceramente que nunca puesto que tiene poca cosa que perder.

Es viernes noche, no puedo dormir. La ciudad está llena de corazones rotos, pintas de cerveza a medio beber y coches vagabundeando por las calles. Cansancio, parpados pesados, ensoñaciones para los agitados, y descanso final.

Es la hora de cerrar.

domingo, 3 de febrero de 2013

Black Humerus VI: Colisión en el córtex

Colisión en el córtex,
ideas ojos cerrados boca cerrada oídos tapados,
tristes y vacíos (“estúpidos y contagiosos”),
rendíos en el mar del tiempo, el tiempo, el tiempo.

Jon Osterman

Flotamos en la noche, resplandecemos, hemos olvidado quienes somos.
Mi rostro en el espejo de un baño, cabeza sacudida por olas de música,
espina dorsal, impulso, vértebra.
Tengo pelo, ojos marrones, tras de mí algo. Cierro los ojos y flotando, emerjo en el espacio.
Grito, grito y lloro.
No puedo explotar, quiero vivir, se caen los ojos de las cuencas,
hendiduras de dientes, piel abierta, chillidos musculares, grietas en mis nervios, pelo, pelo.

Olvidamos quienes somos, condenados, repetidos, hemos olvidado quienes somos.

martes, 29 de enero de 2013

Black Metal VIII: Bathory - Under The Sign Of The Black Mark

Cuenta la leyenda que en un tiempo ya muy lejano, surgió un claro en el tenebroso Bosque de los Cuchillos. Justo en el corazón de dicho claro se puede encontrar una misteriosa charca con una hermosa agua negra.

Under the Sign of the Black Mark

Este agua está destinada a mantenerse fresca y cristalina, casi pura, durante toda la eternidad, a pesar de albergar en su interior infinidad de restos de muerte y putrefacción, arrastrados a lo largo de un extenso cauce que tiene origen en las remotas Montañas de la Locura. Era por tanto una simple cuestión de tiempo que alguien, alguien especial con la suficiente visión como para entender la belleza de ese pérfido líquido, acabase encontrando dicho manantial, y comenzase su culto.

En 1987, apareció en las tiendas de discos un LP de inquietante portada, en la que se podía ver un extraño ser con cabeza de cabra y vigoroso cuerpo de luchador alzando sus brazosBathory scream al cielo, no a modo de plegaria u oración, sino como muestra de desafío. Unas letras de tipología medieval y de un color rojo intenso anunciaban, en la parte superior, el nombre de la banda artífice del disco, Bathory, y en la parte inferior, el nombre del LP, “Under the Sign of the Black Mark”.

Me imagino que pocos fueron los que en su momento pudieron entender que se encontraban ante uno de esos extraños casos de hombre adelantado a su tiempo que lo iba a arriesgar todo por la simple convicción de tener que dar un salvaje salto al vacío.  Tal fue la magnitud del desafío propuesto por Quorthon, líder de  la banda, que en su época no fue capaz de encontrar compañeros de viaje que compartiesen su visión, dejando la formación de Bathory en un minimalista one-man-band. En aquel momento, nadie pudo seguir los pasos de Quorthon, aquello resultaba demasiado peligroso e ininteligible.

Huelga decir que el camino hacia la suprema perversión se encontraba ahí mismo, al alcance del más común de los mortales desde años ha. Sin embargo, no fue hasta que Quorthon Quorthon firepresentó esta extraña mezcla de gruñidos, guitarras laceradas, baterías desatadas y producción low-fi (tremenda esta entrevista en la que el reportero se atreve a poner en duda la calidad del sonido) que el género oscuro por antonomasia encontró su patrón.

Observando la historia de la banda, se puede asegurar que el contenido de este tercer disco no es más que el coherente y depurado desarrollo de la virulenta y viciada oscuridad ya presente en el homónimo debut de 1984 y en su ligeramente decepcionante continuación, “The Return”.

Under the Sign of the Black Mark” es tanto más un cúmulo atroz de sensaciones que un mero instrumento de gozo musical. Cada escucha supone por lo tanto un desafío con el que esta nueva sensibilidad termina calando en el oyente. De la forma más natural, las tétricas intros dan paso a temas extremadamente violentos (“Massacre”, “Equimanthorn” ó “Chariots of fire”) y estos, a su vez,  se entremezclan con pesados medios tiempos (“Call from the Grave”, “13 Candles”), todo ello siempre tamizado con un sonido abrupto en extremo.

Poco a poco, se deja sentir el oscuro influjo de Bathory y cuando hemos llegado a escuchar las suficientes veces ese metálico y wagneriano manto que resulta ser “Enter the Eternal Fire”, no nos queda otra cosa que claudicar ante lo evidente: Quorthon por fin ha sido capaz de expresar con pasión y fidelidad el fruto de su culto nocturno, tendiéndonos una terrible trampa a los meros mortales. El Black Metal ha nacido y a nosotros, tan pequeños e insignificantes, ya solo nos queda la posibilidad de rendirle pleitesía.

viernes, 18 de enero de 2013

2ª G.M.: Mein Kampf

Tras el fallido intento de golpe de estado protagonizado por varios dirigentes del Partido Nacional-Socialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP) el 8/9 de Noviembre de 1923, Hitler da con sus huesos en la cárcel de Landsberg durante 9 meses, periodo en el cual aprovechó para escribir el “Mein Kampf”.

Portada Mein Kampf

En este libro expresa las características del ideario nacionalsocialista, entremezclándolas con apuntes autobiográficos, resultando ambos aspectos fundamentales a la hora de entender el trasfondo ideológico de la Segunda Guerra Mundial y por ende, la crueldad y el odio visceral que azotaron Europa y el mundo en general durante esos años.

Unas tres semanas con tiempo libre han sido suficientes para Hitler en prisióndar buena cuenta de “Mi lucha”. Sin llegar a las cotas de genialidad propagandística que el führer alcanzaba en sus discursos, hay que admitir que tras su lectura se entiende mejor la gran potencia que Hitler tuvo a la hora de elevar el ánimo de una generación de alemanes humillados (pérdida de la Gran Guerra), sin esperanza (tratado de Versalles) y sin ninguna fe en la política, apostando por una nueva forma de gobierno totalitaria que atacaba a todas las causas externas que Hitler creía causantes del desastre.

Obviamente, hay muchos aspectos desagradables en la retórica y la “mágica” demagogia de sus palabras; mismamente los aspectos raciales resultan del todo inabordables desde la perspectiva actual, cuando sabemos todo lo que conllevaron. Es cierto que el libro no apunta directamente al desarrollo de un genocidio judío, pero ya existen inquietantes referencias a políticas de depuración de la raza mediante la castración de individuos inferiores.

La parte más apasionante del libro la podemos encontrar en la descripción de sus primeros discursos públicos. Ya fuese en la cervecería Hofbräuhaus Kéller o en el Circo Krone de Múnich, resulta emocionante imaginarse a un primerizo Adolf dirigiéndose a pequeñas congregaciones de gente con sus enérgicos discursos, electrizando el ambiente con su instinto animal. Cada reunión parece un triunfo que multiplicaba su popularidad, y aún a día de hoy el aspecto sociológico de dicho éxito debe resultar incomodo de explicar: Apelar al odio para darle oscura esperanza a la gente.

Discurso Hitler

El mensaje de Hitler rebosaba odio. Odio racial, odio territorial, odio por la pérdida del honor, odio a la débil y corrupta política y al fin y al cabo, odio de una época, la suya, sin ilusiones ni posibilidades. Sin embargo, debajo de toda esa pesadumbre se deja sentir una fuerte preocupación por su patria y las gentes menos favorecidas del Reich. ¿Actuó realmente Hitler movido por amor a su país? ¿Estaba realmente convencido de que el infierno que desencadenó era la mejor solución para los problemas de su gente? Cabe preguntarse pues, si simplemente era un hombre tratando de defender a los suyos y, en última instancia, ¿dónde están los límites del instinto de supervivencia humano?

martes, 18 de diciembre de 2012

Loss / Pallbearer … Black Humerus V

Aura negra, íntima y oscura pesadumbre, cabeza abotargada. En medio de la desesperación, dos caminos: Uno, “Despond”, Otro, “Sorrow And Extinction”.

Pallbearer - Sorrow and Extinction

La voz de Michael Meacham en el continuo golpe suspendido de Loss. Todo son pequeños haces de luz en habitaciones abandonadas, cuerpos derrotados empapados en sudor sobre colchones enmohecidos, tierra profunda y azarosa que remite a tragedias primordiales: “Vida sin esperanza… muerte sin razón”, de camino a las tenebrosas y húmedas profundidades de la angustia y la depresión.

Por otra parte, la pesada épica de Pallbearer, remite a la fuerza y la fe que permite alcanzar la gloria, elevando el espíritu dolorido, levantando manos cornudas y aguantando, con brillante intensidad, la mirada al sol, al cielo, a las nubes, a todo lo alto.

Dos caminos, un destino. Fundidos en “Silent and Completely Overcome”: la mágica voz de Brett Campbell empujando las funestas gestas de Loss, picos inversos de intensidad.

La música también son recuerdos. Una mano pendía mientras buscaba fuerza y un camino. Ésta es la banda sonora de ese momento, éste es el barniz que recubre el tiempo, ésta es la hora en la cual miramos atrás con una sonrisa de desprecio.