Llegué hasta esta película hará un año. Se mantuvo en mis discos duros y lápices de memoria todo este tiempo. Intenté acabar de verla varias veces, pero no ha sido hasta hace unos días que por fin he llegado al final.
Aunque es difícil definir una película como “Begotten”, la definición más común habla de cine experimental cercano al generó de terror. Su argumento, de forma global, presenta una disquisición acerca de la naturaleza de la vida y su crueldad, en la que a través de varios capítulos que muestran la muerte de un dios, la belleza de una madre naturaleza engendrada a manos de dicho dios muerto, y el dolor y el calvario que experimenta el hijo de ambos en un mundo terrenal que nos recibe con sufrimiento y nos despide con la muerte.
Durante 4 largos años, el director E. Elias Merhige confeccionó esta suerte de podre pesadilla visual, cargada de imágenes distorsionadas y crueles, que haciendo uso de recursos como la sobre (o infra) saturación del blanco y negro, la degeneración de la fotografía, la utilización de continuos sonidos naturales mas o menos desagradables, o incluso ese trabajo actoral basado en continuas convulsiones, termina por provocar en el espectador estupor y la sensación de estar ante un mensaje visceral recubierto de un asco bello.
El carácter experimental, junto con la crudeza e intensidad de lo que se muestra en “Begotten”, han hecho que el film, desde su fecha de su estreno (30 de Abril de 1990 en el marco del Festival de Cine de San Francisco), se haya convertido en una obra de culto, a menudo comparada con otras rayadas épicas como “Eraserhead” o “Tetsuo”.
Por si fuera poco lo dicho hasta ahora, este film además depara una sorpresa en forma de conexión rockera. Mientras veía la película, algo en ese estilo tan particular me resultaba familiar, ¿cómo podía ser posible? Hasta que di con la tecla y recordé la portada interior del “Antichrist Superstar” de Marilyn Manson. Tras un par de búsquedas en internet, mis sospechas se confirmaron.
Durante la época en la que se grabó el disco, parece ser que Mr. Manson pasó un periodo de obsesión con el film, visionándolo constantemente e influyendo a múltiples niveles en el resultado final.
A parte de las conexión mas evidente, que son esos videoclips que veremos mas adelante, por internet podemos encontrar todo tipo de rumores que apuntan a una influencia argumental (ciertos aspectos de la temática global del disco son similares al argumento de “Begotten” (el nacimiento, el sufrimiento, etc)) o estética, según la cual, el arte del disco, llevado a cabo por un P. R. Brown primerizo, estaría considerablemente inspirado en la película a petición del propio Brian Warner. Incluso existen teorías que apuntan a que el disco entero es una especie de banda sonora del film. Aquí podéis encontrar un montaje realizado con la película y la música del disco de fondo.
Los videoclips de Merhige para Marilyn Manson
El primero de ellos fue “Cryptorchid”, tercer single del disco. En el mismo podemos ver un montón de planos confusos relacionados con la letra del tema, junto con imágenes del propio Manson e incluso insertos extraídos directamente de la película. Todo el video está rodado con ese estilo en blanco y negro tan peculiar.
El segundo de los videoclips dirigidos por E. Elias, resulta un poco más polémico y misterioso. Filmado para la canción “Antichrist Superstar”, fue estrenado en el festival de cine de San Francisco. Después de esta proyección, el video se mantiene prácticamente inédito (se habla de alguna emisión puntual en MTV) hasta el año 2010, momento en el que se filtra en Internet. A día de hoy nadie ha explicado por qué el video permaneció tanto tiempo apartado, aunque se apunta a un exceso en la estética fascista del mismo (se muestran imágenes de ejércitos y conflictos bélicos, junto con la representación del número del altar que siempre acompañó la representación del tema en directo) como principal causa.
Sea como fuere, en esta ocasión Merhige realiza un trabajo más profundo, haciendo un menor uso de imágenes “de archivo” e ideando un montaje visual entorno al concepto de la canción, pero siempre bajo los preceptos estéticos de “Begotten”.
Resulta interesante ver como en aquellos años Marilyn Manson se supo rodear de un equipo de lujo (la producción de Trent Reznor, esos videoclips de Floria Sigismondi (The Beautiful People y Tourniquet), el trabajo con Merhige e incluso la calidad del resto de componentes de la banda), que ayudó sobremanera a potenciar sus ideas. Lejos quedan aquellos días, la actualidad de Mr. Manson rara vez presenta otra cosa que no sea decadencia y desazón para sus seguidores.
2 comentarios:
¡Excelente labor de investigación!
Y sí, que pena como se ha echado a perder el Reverendo Manson. Está acabado.
Me alegro de que te guste la entrada.
Yo de Manson no se que pensar. Me gustaría que cuando se le bajen un poco los humos y se centre, pueda volver a grabar algo que se acerque al nivel de antaño. De todas formas, he de admitir que disfruto de temas sueltos en prácticamente todos sus discos. Esa voz me resulta muy especial después de quemar el A.S. de adolescente.
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