Este 2011 que acaba ha sido definitivamente el año de mi entrada en el Black Metal. Cierto es que ya lo había intentado antes, y que hace muchísimos años ya tuve alguna fase obsesiva con Cradle Of Filth… pero no es lo mismo.
Obviamente, no soy un caso único en el mundo, y parece que las nuevas propuestas del género han conseguido calar en ambientes a priori poco propicios para ello. De esta forma, podemos ver como portales web como Pitchfork recogen varias bandas black en su listado de lo mejor del año, o como un festival tan típicamente moderno como es el Primavera Sound ha abierto sus puertas al género, dejando a más de uno boquiabierto. El máximo exponente de esta aceptación global es esa especie de ensayo/coartada psicológica sobre el que se disertó en las páginas del New York Times hace ya un tiempo.
Son muchas las horas que le he dedicado este año al Black Metal, bien sea leyendo artículos y libros, viendo documentales y clips o, por supuesto, escuchando mucha música. En esta tercera entrada dedicada al género voy a hablar de dos discos editados en este 2011, y que me han absorbido la mollera totalmente:
Alda – Tahoma: Este “Tahoma”, editado a principios de 2011, es una forma perfecta para introducirse en el últimamente tan celebrado Cascadian Black Metal. Con una profusión de melodías y ambientes acústicos/folkies poco frecuentes en el género, esta banda oriunda de Tacoma encuentra su inspiración en las viejas bandas escandinavas como Ulver, Darkthrone ó Burzum y sobre todo en ese maravilloso “The Mantle” de Agalloch, dando lugar a un artefacto musical en el que son capaces de transmitir esas inquietudes suyas por aspectos como la naturaleza, la dificultad y la soledad de la vida en las grandes ciudades, la búsqueda de la comunión entre personas, etc (muy recomendable al respecto su entrevista en cvltnation).
Es tal la evocación de la naturaleza que me provoca este álbum que no puedo dejar de recomendaros la experiencia de dar un largo paseo por cualquier entorno natural que tengáis a mano con esto enchufado en los cascos,… pura abstracción y belleza.
Hasta ahora, la única edición que se le conoce al disco es en casete, formato que parece estar tomando fuerza desde el underground. No obstante, el ripeo que he podido obtener tiene calidad y no olvidemos que estamos hablando de Black Metal, no nos vamos a poner demasiado exigentes con estas cosas.
Ash Borer – Ash Borer: El Barrenador verde esmeralda (Agrilus planipennis, Ash Borer en inglés), es un escarabajo nativo de Asia. En Junio del 2002, se detectaron en tierras estadounidenses los primeros especímenes de esta especie. Se sospecha que sobrevivieron a un viaje transoceánico, dentro de unos conteiners. Las larvas del Barrenador se instalan en la corteza de los fresnos, desde donde comienzan a horadar y bloquean la capacidad de los mismos para proveerse de alimento y agua. A día de hoy, se estima que entre 50 y 100 millones de fresnos han sido víctimas de esta devastadora plaga. Como podéis ver, Ash Borer también tienen la naturaleza presente, pero no cabe duda que de un modo menos evocador.
El origen de esta banda data del año 2008, momento en el cual este este grupo de oriundos de Arcata, California, decidieron poner en marcha su maquinaria de destrucción. Tras una demo editada en 2009, es a principios de este 2011 cuando se presenta el debut homónimo de la banda (de nuevo, disponible en edición casete), que les ha supuesto recibir todo tipo de parabienes y críticas positivas.
Máximos exponentes del USBM, ese nuevo Black Metal que se está fraguando en los Estados Unidos, este disco está conformado por tres largos temas repletos de rabia, suciedad y angustia, que aún presentando las típicas atmósferas envolventes que podemos observar en tantas otras bandas (Wolves In The Throne Room ó los mismo Alda), parece querer evolucionar hacia una fusión del Black con los aspectos mas rabiosos y contundentes de géneros como el Hardcore y derivados.
Pocas demostraciones de fuego y caos han llegado a ser tan efectivas en este 2011, totalmente recomendado.
2 comentarios:
De los pocos géneros que no consigo conectar. No me gusta nada, ninguna banda. Bueno, también es verdad que no insisto mucho.
Saludos!
Yo tampoco tenía una gran predilección por el genero, e incluso lo tenía bastante cruzao por las historias chungas de los 90, pero este año me he ido encontrando con discos llamativos y al final, he acabado el año curioseando mucho. Si le das oportunidades es como todo, se te hace el oído, y acabas disfrutando.
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